¡¡Ole! yo estoy al fresquito
Porque me estoy abanicando
Con mucha gracia
Con mi abanico.
En cambio... ¡abuelo!
Te está muriendo de la caló
Porque el abanico
Lo tengo yo.
Yo te lo presto...
No para siempre, solo un ratito
Para que se te quite
El calorcito.
Eso me dijo
María mi nieta, muerta de risa.
Mientras corría a toda prisa
Del solecito
Abuelo, abuelo
Vente corriendo aquí al fresquito
De verdad, que yo te presto
Mi abaniquito
No, ¡que me engañas!
Y escondes el abanico,
Y yo no lo encuentro
Porque haces magia.
Diego, (verano del 25)
No hay comentarios:
Publicar un comentario