Levántate, no hay otra
A veces,
Entra por mis oídos…
Sigilosamente
En un descuido,
Por la ventana
Sin el respeto debido,
La tristeza…. y la desgana.
No le hace falta
Ningún motivo…
Viene acompañada
Con la apatía
Y mal preñada
De dejadez
Y melancolía.
Y se acomoda en mis sentimientos
Y sin darme explicaciones,
Va minando mis acciones
Y atando mis movimientos.
Y luego amarra mi mente,
Me retuerce las ideas,
Las tritura y las moldea
Y las hace diferentes.
No está acorde lo que digo
Y lo que pienso en realidad,
Y para mí eso no es normal
Que diga digo cuando digo Diego
Y entonces me deprimo
Me desplomo
Me derrumbo
Y desanimo.
Luego… como vino se va
Dejándome abatido
Y el corazón partido
Igual que Alejandro Sanz.
Y se alinean las ideas
Como en un puzle endiablado
Y dando a la depresión de lado
Subo a flote con la marea.
Y como una bola de tenis
Salto con mis recuerdos
Y hago el último esfuerzo
Y vuelo como el ave fénix.
Y a vivir que son tres días
Dos de ellos están nublados
Y el tercero… hay que llenarlo
De amores… y de alegrías
Diego (finales de otoño del 24)
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